viernes, 18 de abril de 2014

A vueltas con Marx (2)

Esta es una descripción acerca de los trabajadores industriales que se adpata bastante bien a ciertos países emergentes, con mano de obra barata.
¿Y a los países en crisis? Cada vez hace falta menos gente para producir...

"Estas masas de obreros, cada vez más apremiadas, ni siquiera tienen la tranquilidad de estar siempre empleadas; la industria que las ha convocado sólo las hace vivir cuando las necesita, y tan pronto como puede pasarse sin ellas las abandona sin el m enor remordimiento; y los trabajadores... están obligados a ofrecer su persona y su fuerza por el precio que quiera concedérseles. Cuanto más largo, penoso y desagradable sea el trabajo que se les asigna tanto menos se les paga; se ven algunos que con un trabajo de dieciséis horas diarias de continua fatiga apenas pueden comprar el derecho de no morir."
Karl Marx. Manuscritos económicos y filosoficos. (1844)

El problema del trabajo es que es una mercancía que se vende en el mercado, pero no se puede acumular. En cambio, el capital, el grano, la propiedad, todo ello se acumula y aumenta su valor.

jueves, 17 de abril de 2014

A vueltas con Marx (Karl, no Groucho).

Siglo XIX... en un tiempo "lejano".
Veamos lo que dice este hombre:

«Los salarios y los beneficios del capital serán probablemente muy bajos en un país que haya alcanzado el último grado posible de su riqueza. La competencia entre los obreros para conseguir ocupación seria tan grande que los salarios quedarían reducidos a lo necesario para el mantenimiento del mismo número de obreros y si el país estuviese ya suficientemente poblado este número no podrá aumentarse». El exceso debería morir.
Karl Marx. Escritos económicos y filosóficos. (1844)

Pongamos, en lugar de "país que haya alcanzado el último grado posible de riqueza" a la España actual y a gran parte del mundo, cuyo crecimiento es bajo -según los parámetros usados para definir crecimiento-. Y tan sólo contemplemos la situación de las personas que quieren buscar trabajo...
Ciertamente, hoy en día se muere gente del Tercer Mundo que no están en el mercado de trabajo; aquí la gente emigra, hasta que los países que acojan no necesiten más mano de obra.
Más claro el agua.

Releer el pasado

En algunas ocasiones, asombra leer a autores pasados para darse cuenta de la pertinencia de alguna de sus palabras. No sé si el marxismo estará obsoleto o no, pero ahce falta leer bien estas letras para entender ciertos aspectos de nuestro mundo.
El subrayado es mío.

"El salario está determinado por la lucha abierta entre capitalista y obrero. Necesariamente triunfa el capitalista. El capitalista puede vivir más tiempo sin el obrero que éste sin el capitalista. La unión entre los capitalistas es habitual y eficaz; la de los obreros está prohibida y tiene funestas consecuencias para ellos. [Cierto, hoy está permitida... aunque ciertos gobiernos la tildan de terrorista]
Además el terrateniente y el capitalista pueden agregar a sus rentas beneficios industriales, el obrero no puede agregar a su ingreso industrial ni rentas de las tierras ni intereses del capital. Por eso es tan grande la competencia entre los obreros. (...)
El nivel mínimo de salario, y el único necesario, es lo requerido para mantener al obrero durante el trabajo. y para que él pueda alimentar una familia y no se extinga la raza de los obreros. El salario habitual es, según Smith, el mínimo compatible con la simple humanité, es decir, con una existencia animal.
La demanda de hombres regula necesariamente la producción de hombres, como ocurre con cualquier otra mercancía. Si la oferta es mucho mayor que la demanda, una parte de los obreros se hunde en la mendicidad o muere por inanición. La existencia del obrero está reducida, pues, a la condición de existencia de cualquier otra mercancía.
El obrero se ha convertido en una mercancía y para él es una suerte poder llegar hasta el comprador. La demanda de la que depende la vida del obrero, depende a su vez del humor de los ricos y capitalistas. (...)"
Karl Marx. Manuscritos económicos y filosóficos (1844)